Todos quieren automatizar, porque es el futuro, porque abarata costos, porque permite una micro segmentación para dar atención personalizada y las 24 horas, etc.

Las razones son múltiples y hoy en día esto está en la cartera de… cómo se le dice ahora a la cartera de proyectos… transformación digital… creo… bueno, en la mira de todas las empresas, no sólo las grandes si no que se están infectando las medianas y pequeñas. Y no me mal entiendan, no creo que sea malo, creo que es el futuro, creo que es loable que las empresas estén tomando la iniciativa de digitalización y que sólo hará que tengamos más y mejores trabajos. Pero en general se gastan muchos recursos en automatizar y se genera mucho desperdicio a la hora de implementar una solución, porque no se tiene claro que es lo que se quiere hacer o cual es el procedimiento para hacerlo.

El mejor ejemplo que se me viene a la cabeza es el complejo y ambicioso proyecto de tesla, automatizar la línea de producción completa de sus automóviles, esto les ha provocado retrasos en la entrega y les está impidiendo cumplir con sus metas, esto no porque existan partes del proceso imposibles de automatizar (aunque si hay partes muy difíciles), si no, porque debido a la juventud de la empresa, no tenían claro completamente los desafíos de tienen una línea de producción absolutamente autónoma. Por otro lado uno de los gigantes de la industria automotriz, como es Toyota, no tiene completamente su proceso automatizado, si no que tiene un proceso muy liviano con capacidad de cambio y automatizado en partes clave que son cuello de botella para su producción, no por falta de recursos ni por falta de tecnología, sino porque tienen claro cuál es su sistema y poco a poco van automatizando la línea en los procesos críticos.

Aunque sea autorreferente voy a dejar una lección que aprendimos con mi equipo, al inicio del desarrollo del proyecto becual, partimos con las tareas en trello, que es un tablero digital para organizar las tareas tanto personales como del equipo (altamente recomendable), el resultado fué que no lo utilizamos mucho, lo teníamos desactualizado, nos costaba organizarnos, las tareas estaban poco divididas, no lo actualizabamos, las etapas no reflejaban bien como haciamos las cosas, un verdadero desastre… y ¿por qué nos pasó eso?… ¿el software era muy malo?, para nada, ¿no le pusimos el esfuerzo suficiente?, tampoco, ¿no estábamos comprometidos?, mucho menos, ¿somos unos changos que no sabemos cómo usar trello?, igual un poco… pero principalmente, porque no estábamos organizados como equipo, estábamos en un proceso de aprendizaje, de encontrar nuestro propio sistema y nuestro propio proceso de desarrollo, y lo estábamos cambiando a cada momento, por lo que reflejar en trello algo que podíamos cambiar en el corto plazo y que no sabíamos si conservaríamos era muy costoso, por lo que optamos por movernos al papel, el clásico post it, pegado sobre una pizarra, ahí podíamos borrar y redibujar los procesos y lo más costoso era el sharpie que usabamos para escribir en las tarjetas. Mientras duró este periodo de sistematización, mantuvimos el proceso análogo, una vez decantamos como equipo el proceso de desarrollo de software, nos migramos nuevamente a un tablero digital, pero ya habiendo sistematizado, ya con los procesos definidos y con la organización interna ordenada.

Lo primero, antes de automatizar, es sistematizar, ordenar los procesos y descubrir la forma de hacer las cosas, con el sistema más barato disponible, para moldear los procesos a la realidad, para poder aprender, para poder explorar, para poder definir y teorizar, la automatización es cara, la sistematización puede ser muy barata.